Sin dolor, entra y sale cualquier cosa
Si te gusta recibir, estarás de acuerdo en que el dolor es
directamente proporcional al diámetro de lo que sea que te metas. Si el dolor
es parte de tu placer, lo respetamos. Pero aún así conviene que tengas en
cuenta que el dolor podría estar alertándote sobre heridas y lastimaduras en tu
mucosa anal. En cualquier caso, te recomendamos una saludable combinación:
lubricantes y relax.
Aliados incondicionales de un goce pleno, los lubricantes
evitan el dolor y las lastimaduras ocasionadas por una mala fricción. Te
aconsejamos usar lubricantes a base de agua, que ayudan a preservar la
integridad del condón. Además, es preferible que elijas aquellos productos que
no contengan “nonoxynol-9”, un espermicida que suele causar irritación.
En cuanto a la relajación, las caricias y los masajes anales
previos a la penetración son muy efectivos, sobre todo para quienes gusten de
jugar con dildos o consoladores. Recordá que, a diferencia de un pene real,
estos juguetes mantienen constante su rigidez, por lo que suele ser más difícil
su adaptación a tu anatomía. Lo mismo aplica para luego de tu orgasmo: podría
ser una buena idea aguardar un poco a que te relajes para retirarlos sin dolor.
La traición de la enema
Son muchos los chicos que antes de un encuentro sexual se
preocupan por evacuar y liberar la zona rectal, aplicándose enemas de venta
libre en las farmacias. Sin embargo, es bueno que sepas que el uso frecuente de
estos productos puede irritar el colon y, con el tiempo, terminan
comprometiendo tu capacidad natural para defecar.
En realidad, la mejor forma de mantener “limpia” la zona
rectal es respetar una dieta balanceada que contribuya con la salud digestiva.
Para lograrlo, podés empezar por consumir más alimentos ricos en fibra, como
los cereales integrales y las verduras de hoja verde, y mantenerte hidratado durante
todo el día.
Hay que jugar más al doctor
No te hagas ilusiones, la salud de tu culo no te da derecho
a acosar médicos y enfermeros por los pasillos de las clínicas. Sin embargo, te
recomendamos que como parte de tus controles regulares incluyas una evaluación
rectal, para descartar enfermedades localizadas como la gonorrea y la clamidia.
Además, si entre tus prácticas sexuales se encuentra la
recepción anal, también es buen consejo que lo charles con tu profesional médico
para que te recomiende ciertos cuidados y controles que pueden ayudarte a
prevenir a tiempo otras enfermedades que aquí no hemos mencionado.
tucker fitch
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